Carey Luckey
on
July 10, 2020

¿Cómo salir adelante cuando la ansiedad abruma a tu hijo?

¿Te cuesta manejar la ansiedad de tu hijo? Escucha de una mamá cuyo hijo siempre tiene mucha ansiedad por su campamento de verano

Mental Health

“¡Yujuuuuuu!  ¡El campamento de verano!”… dijo todo el mundo, aparte de mi hijo…

Para muchos padres e hijos, la llegada del campamento de verano es más que bienvenido (¡Chao, mi amor!)—especialmente ahora, gracias a todo el tiempo que los niños pasaron en casa debido a la pandemia.  Mientras algunos niños están hablando con sus padres sobre lo emocionados que están por ir al campamento diario, hablando de quién y qué esperan ver, yo estoy manejando las ansiedades y colapsos de mi hijo 2 semanas antes del inicio del campamento—y eso es solo el comienzo.  Sus emociones sobre casi cualquier cosa—o grande o pequeña—llegan sin aviso, y parar el “tren desenfrenado”, como lo llamamos, es un desafío regular.  Su cara se torna roja, lagrimea, comienza a sudar, y estamos en marcha…

¿Cuántos días faltan para el comienzo del campamento?  ¿Quién estará en mi grupo?  ¿Cuántos niños estarán?  ¿Qué pasará si no encuentro a mi grupo?  ¿Cómo sabré quién es mi supervisor?  ¿Y si llegaré tarde al punto de entrega?  ¿Y si nadie quiere jugar conmigo?  ¿Y si tú te olvides de recogerme?.. Estoy seguro que no me haré amigo de nadie.  ¡Voy a sudar mucho en mi mascarilla!  Soy muy malo para jugar juegos.  ¡Odio el campamento!  ¡Este es el peor verano de todo el tiempo!  ¡¿Porqué debo ir?!  ¡¡No tengo nada de vacaciones de verano!!  …Y mi favorito: “Mi vida apesta.” (Uf.)

Ay, mi precioso niño.  Está tan abrumado, y de su propia manera, que no puede creer que el campamento de verano—el cual en su caso tiene lugar en un hermoso YMCA cerca del mar al aire libre (natación en las piscinas, juegos, tentempiés, cantar y bailar, para nombrar sólo algunas cosas que SÍ le gustan)—es similar a las vacaciones.  Tal vez parece que yo debería considerar no enviarlo al campamento, pero si podrías ver su cara después de enfrentar un miedo, o ver cómo se ilumina cuando domina un paso de baile en su grupo de campamento, o verlo cuando me dice que pasó un buen día en el campamento, entenderías que ESAS son las razones por las que lo envío.  Además, creo que es mi responsabilidad animarlo a que enfrente las cosas que no le gustan, ¿no? (*sudor en la frente*)

Paso mucho tiempo calmando su ansiedad por asegurar que tenga la hielera correcta para su almuerzo, la botella de agua correcta, protector solar que usará, el repelente de insectos sin deet (porque obviamente los mosquitos lo ADORAN y frecuentemente tiene mordidas de mosquito infectadas que requieren medicina—¡que mala suerte, chico!), ropa sin etiquetas, los zapatos correctos… ¿debería continuar?  ¡Ay que madre, también tiene que usar una mascarilla en su campamento al aire libre!  ¿Olvidé algo?  Probablemente.  Ah sí, las lágrimas de cada noche antes de dormir cuando está temiendo el campamento (las muñecas quitapenas ayudan), los nervios durante todo el camino hacia el campamento en la mañana y el momento de catarsis cuando lo recojo.  Se ha mantuvo tranquilo por todo el día—y parece que se divirtió un poco, aunque siempre en un estado de alerta alto.  Lo agota.  Vuelve a casa a su cobija favorita, Bow, y descansa por unos momentos y pasamos dos o tres horas buenas, y luego es la hora de dormir y las lagrimas y preguntas vuelven… esto se repita desde domingo en la noche hasta jueves en la mañana.  Anhelo que pase una semana en que se sienta totalmente tranquilo.

No quiero dar la impresión de estar enojada.  Iba a escribir que “no me estoy quejando”, ¡pero creo que  SÍ me estoy quejando!  Claro.  ¡No hay ningún problema en expresar preocupaciones y frustraciones personales!  He leído que si te encuentras quejándote de ser padre, significa que estás intentando efectuar algo para tu hijo.  Así que: ¡Felicidades a nosotros!  Todos tenemos quejas—algunos de nosotros las reprimimos más que otros.  Sé que realmente es saludable salir tus emociones, o pieza a pieza o en una avalancha (¡escribir esto me ayudó!).  Encuentra a alguien que te escuche.  Quizás no el cajero, pero alguien que te deje descargar.  ¡Y sabe que te estoy compadeciendo virtualmente!

Sé que mi situación no es única, y por eso estoy barbullando… esperando que haya algunos padres que entiendan.  No puedo ofrecerte ningún consejo… Es que para mí es un alivio descubrir que hay otros que tienen experiencias similares (¿es así para ti, no?).  Supongo que la ansiedad de mi hijo también provoca MI ansiedad.  Así que quizás necesito relajarme un poquito y dejarlo estar, pero eso es DIFÍCIL cuando el orgullo, comodidad y alegría de tu hijo están en riesgo.  ¡Supongo que todo eso forma parte de la experiencia conmovedora y bella experiencia de ser padre!

Gracias por leer—voy a esconderme en mi habitación con mi taza de café y mi laptop, y comer helado mientras busco de manera obsesiva el par correcto de zapatos de verano impermeables.

Si necesitas apoyo profesional para tu ansiedad, hay muchos proveedores que ahora están ofreciendo servicios de teleterapia para que puedas conseguir apoyo sin salir de tu casa.  También puedes enviar un SMS a 741741 con el mensaje HOME para conectarte con un consejero de crisis en el Crisis Text Line (línea de crisis).

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