Julie McIsaac, Ph.D.
on
December 18, 2020

¿Has oído hablar de la fatiga COVID?

Es normal sentirse totalmente agotado durante esta pandemia. Aquí están algunos pensamientos sobre cómo salir adelante

Mental Health


NO ME MIRES CON ESOS OJOS—tú sabes que lo has pensado.  O has leído algo al respecto.  O no le has dado importancia cuando alguien te la mencionó.  Muchos de nosotros estamos sintiendo fuertemente esta fatiga—ya se muestre físicamente, emocionalmente o ambos a la vez. 

Si podemos preguntarnos por qué estamos sintiendo lo que estamos sintiendo…  

…y por qué nos estamos comportando de cierta manera, podremos ser más empáticos y comprensivos con nosotros mismos, además de nuestros seres queridos.  ¿Recuerdas el comienzo de la pandemia—es decir el periodo “early quar” (temprano en la cuarentena)—cuando siempre estábamos leyendo las noticias?  ¿Recuerdas que luego, colectivamente, nos dimos cuenta de que eso fue muy malo para nuestra salud mental, así que empezamos a dejar de hacerlo? 

Nos centramos en hacer pan o cultivar lechuga u organizar nuestras habitaciones.  Y eso ayudó por cierto tiempo.  Luego vino el verano y las cosas cambiaron un poco.  Descubrimos cómo tener experiencias en el mundo de forma segura.  Y eso también ayudó por un rato.  Después de eso, hicimos la transición a la escuela.  Fue una experiencia nueva y no fue fácil, pero lo hicimos y nos apoyamos unos a otros.  Y eso también ayudó por cierto tiempo.


Ahora la estación ha cambiado otra vez.  Hace más frío y nos estamos preparando para el invierno.  El número de casos del COVID se está disparando, pero ahora tenemos esperanza gracias a la vacuna.  Pero tenemos preguntas también. 

Mucho de la vida durante la pandemia todavía es desconocido y las cosas desconocidas no son ni cómodas ni fáciles.  Me estoy sintiendo así en este periodo: incómoda e inquieta.  Me ayuda saber que hay muchas otras personas—específicamente, otros padres—que están avanzando con dificultad como yo.

Estoy escribiendo esto porque tal vez tú también necesites escucharlo

Los niños se están comportando mal.  (¿Cómo satisfacer sus necesidades emocionales?)

Los padres están cansados.  (¿Es la depresión causado por el COVID?)

Las parejas se están peleando.  (Los elementos de una colaboración agradable)


¿Es verdad para todos?  No.  ¿En todas partes?  No.  ¿Todo el tiempo?  No.

Sin embargo, para muchos de nosotros, el momento de perder paciencia llega más rápidamente en estos días.  


Para nosotros y nuestros hijos, aunque no identifiquemos el COVID como algo que nos estrese, así es.  Nuestro mundo ha cambiado mucho y nuestra seguridad fue amenazada de alguna u otra forma.  Aunque tomemos precauciones y digamos a nuestros hijos que estamos haciendo lo posible para mantenernos seguros, a fin de cuentas, estamos viviendo durante una pandemia sobre cual todavía nos estamos informando.  Eso da miedo.  Y claro que es difícil emocionalmente. 

No quiero decir que cuando tu hijo hace caer todos los objetos movibles en la casa y lanza una cesta de ropa limpia por la escalera porque está enojado (grr… todavía tengo emociones fuertes sobre eso)—no quiero decir que deberías perdonar esa conducta porque “es la culpa de COVID”.

Estoy diciendo que deberíamos darnos un respiro…

…y darles un respiro a nuestros hijos, en esos momentos cuando estamos tratando de comprender por qué estamos estresados y por qué nos estamos comportando mal.  Cuando nos permitimos considerar de dónde viene la conducta, frecuentemente descubrimos algo que nos ayuda a manejarla.  Ese berrinche de tu hijo—quizás no es que no pueda encontrar un juguete particular, sino que está super triste y enojado porque no puede jugar con sus amigos después de clases.  Eso apesta de verdad.  A veces, yo también quiero llorar por eso, chico.

Entonces, esto es tu aviso anual: No compares tu situación con la de otros.  Date un respiro, dales un respiro a tus hijos y quizás dale un respiro a tu pareja.  Y si tu sala está completamente desordenada y tu ropa está al pie de la escalera como la mía, mañana es otro día.  Mañana lo intentemos otra vez.


Finalmente, porque aunque estemos aceptando las cosas difíciles, queremos salir adelante, te dejo con algunos anecdóticos de un ejercicio que hicimos esta semana al comienzo de nuestra reunión del equipo.  En este ejercicio, nos compartimos algunas cosas que nos han hecho felices en las últimas 24 horas…

  • Recibir una carta personalizada de la hija de una colega
  • Intentar hacer casitas de jengibre… de pop tarts… (¡No lo logramos pero la actividad nos dio mucho placer!) 
  • La expresión de júbilo en la cara de mi hijo al ver el árbol de Navidad decorado
  • Salir a correr en la mañana con algunas amigas y tomar un café de cumpleaños juntas en el aire libre
  • Gratitud por abuelos cuando ayudan con los niños y el aprendizaje remoto
  • Dar un largo paseo con una vecina que se está convirtiendo en amiga

Ahora es tu turno

¿Qué te ha hecho sonreír en las últimas 24 horas?  (Para algunos de nosotros, tuvimos que pensar en las últimas 48 o 72 horas—eso también vale.) 


Enjoying our content? Sign up for our newsletter to receive useful information like this and updates from Exceptional Lives, straight to your inbox.

Or Call844-354-1212

Enjoying our content? Let's stay in touch!

  • Expert disability advocacy & parenting tips.
  • Customized to your needs.
  • No selling your information.
  • No Spam, ever.

Subscribe

* indicates required
Which lists would you like to receive?