En Luisiana tenemos una frase muy común: “¡No ocultamos nuestro ‘crazy’ (loco) – lo celebramos en la calle!” Siempre reía cuando veía esa frase en las tiras cómicas de domingo. Pero sabía que la frase no era verdadera. No importa qué tanto nos dejábamos sueltos y nos divertíamos durante el carnaval, guardábamos nuestras luchas reales en la oscuridad.
También decidí que era importante sentarme con otras personas y preguntarles sobre su salud mental y sus estrategias para salir adelante. He incluido las ideas de algunos otros humanos (*con nombres cambiados) en este artículo, esperando que tú, querido lector, reconocieres algún sentimiento aquí dentro y te conectares con otros.
La salud mental era (y aún es) un asunto que la mayoría de nosotros guardamos en el fondo. Es algo prohibido, secreto, o sea, algo que debería ser privado, algo que no debes compartir. “No compartas los problemas familiares con otros.”
Bueno, te aviso que sí voy a compartir esos problemas y te invito a hacer lo mismo.
Para mí, un gran problema es la ansiedad. Cuando me preocupo excesivamente, llego al extremo. Puedo exagerar un inconveniente menor (imagínate a mí llorando en la estación de servicio porque el tanque de gasolina está al otro lado del surtidor) o teniendo un colapso total por cosas estresantes normales (¡mi bolígrafo no tiene tinta! ¿Cómo trabajar hoy?)
A veces, me parece que no estoy haciendo más que tratar de mantener la compostura, como no estoy haciendo más que vivir y respirar. ¿Hay alguien más que pueda identificarse con este meme?
Como una sociedad, hemos aprendido tanto más sobre la buena salud mental, es decir, cómo se puede alcanzarla y cómo se parece la FELICIDAD, pero aún más importante, lo que no se parece. Tantas personas que tienen la depresión y otros problemas de salud mental han solucionado perfectamente cómo esconder sus verdaderos sentimientos.
Yo he sido una maestra autoproclamada del reprimir mis emociones y poner una sonrisa falsa en mi cara . . . ¡Pero no más!
En vez de esconderme, he tomado la decisión de mostrar mis emociones reales. Así me sentía el año pasado durante la cuarentena de pandemia, tratando de trabajar desde la casa mientras enseñaba a mi hija jovencita. Estoy aprendiendo mejores métodos para manejar las vicisitudes de la vida.
Mis habilidades para salir adelante incluyen
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Técnicas de respiración. El tomar tiempo para unas respiraciones profundas puede calmarme y ayudarme a ordenar mis pensamientos.
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¡Conducir y llorar! No sólo es banda de rock de los años 80, sino un truco muy útil para retomar el control de mi vida. El poder de la música, es decir, la manera en que ella puede traerme recuerdos del pasado — junto con la soledad de una pequeña excursión por el pueblo — reduce la tensión y me devuelve el equilibrio.
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Sesiones de terapia. El tener otra persona con quien puedes descargar tu frustración, sea individualmente con un terapeuta licenciado o en un grupo de pares, es muy útil. Pone en perspectiva el estrés, la ansiedad y aún la depresión.
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Medicamentos de salud mental. Puede que ya no haya encontrado el “happy pill” (píldora de la felicidad) mágica que solucionará todos los problemas del mundo, pero sigo trabajando con los profesionales en esta área para encontrar la tranquilidad sin usar el alcohol o drogas recreativas. Por favor entiende que no quiero juzgarle a nadie – sólo te cuento lo que es saludable para mí.
Cuanto más compartimos unos con otros, más saludables sean nuestras opiniones acerca de la salud mental. ¿Qué quieres compartir tú? En los grupos Facebook de Exceptional Lives, o el de Luisiana o de Massachusetts, puedes hacer un comentario de manera anónima. Los otros miembros del grupo no verán su nombre. Sólo los administradores tendrán acceso a tu información. Esperamos que esto te permitiere sentirte tranquilo compartiendo tus pensamientos.
O conéctate con otros padres por usar nuestro directorio de recursos, donde puedes buscar grupos de apoyo en Luisiana o Massachusetts.
Otros recursos útiles:
Mantras útiles y cortos para padres
Estrategias para cuidarte mientras cuidas a un niño con necesidades especiales.