Los niños con retrasos del desarrollo pueden necesitar el preescolar, aún más que sus pares, para ayudar en su desarrollo. Cuando un niño cumple cinco años, su cerebro ya ha desarrollado el 90% de su capacidad adulta. Los niños con faltas de desarrollo aprenden por interacción con otros niños. Los padres que envían a sus hijos a programas de alta calidad durante sus años preescolares pueden esperar que su hijo se beneficiare de impactos de largo plazo en su capacidad para aprender y tener éxito en la escuela y en la vida. Cuanto más temprano exponemos a un niño a oportunidades educativas que ayuden a solucionar cualquier falta de desarrollo, más tiempo tenemos para eliminar barreras para su éxito académico más adelante en la escuela.
Cómo el preescolar puede ayudar a los niños con retrasos del desarrollo
La socialización en el ambiente preescolar permite a los niños que escuchen y vean modelos de habla y lenguaje apropiado mientras juegan. Cuanto más pares y adultos interactúan con un niño, mejor será su comunicación. Las interacciones en la casa son más predecibles que las interacciones con los pares, porque normalmente, los familiares saben lo que el niño quiere. Los familiares pueden manejar la mayoría de las actividades y rutinas diarias usando comunicación y conversaciones limitadas. Pero las interacciones con pares que tienen intereses similares provocan interacciones menos predecibles y ayudan a que el niño haga amistades. Por ejemplo, un niño con un retraso del habla podría decir “deche” en vez de “leche”. Al escuchar esto, los que conocen al niño saben lo que quiere y le darán leche. Pero si el niño dijera “deche” en la escuela, sus pares y maestros no lo entenderían, y el niño tendría que buscar una forma de comunicar su necesidad, o con imágenes, gestos o imitaciones del lenguaje que usan sus pares. Este es un momento de aprendizaje clave.
Un maestro de preescolar experimentado puede brindar apoyos, basado en su entrenamiento y experiencia, para ayudar a un niño a comunicarse mejor. Esto incluye facilitar la comunicación y las interacciones sociales, además de ayudar a un niño a manejar las emociones. Si un niño está en la escuela y le gusta jugar en el centro de vida doméstica del aula y le gusta disfrazarse también, este niño puede jugar al lado de sus pares y aprender cómo disfrazarse de un bombero o un chef por medio de role play. Para un niño, estas interacciones con los pares son una forma de jugar y mejorarán el vocabulario y las habilidades de hablar. La socialización da a un niño muchas oportunidades naturales de mejorar sus habilidades de lenguaje. Cuando los niños juegan con otros niños, aprenden a tomar decisiones en sus interacciones uno con el otro y con los materiales al jugar. Los niños con retrasos del desarrollo pueden ser afectados de manera positiva por medio del juego y las actividades que mejoran habilidades sociales y académicas.
Escogiendo un programa preescolar para un niño con retrasos del desarrollo
Al buscar un programa para tu niño, enfatiza la necesidad de inclusión en las aulas de clases regulares. Asegúrate de que tu niño pasare tiempo con sus pares sin discapacidad, y que participare en las actividades de aprendizaje durante el día. Esto lo permitirá que interactúe con y aprenda de sus pares. Escoge un programa que valore la participación de todos los niños en el aula de clases y que brinde el apoyo adicional necesario para los niños con discapacidad.
Preguntas que hacer al buscar un programa preescolar:
- ¿Cómo monitorean el crecimiento de los niños y cómo los ayudan a aprender y alcanzar sus hitos del desarrollo?
- ¿Con qué frecuencia comunican con los padres sobre el desarrollo de sus hijos?
- ¿Cómo apoyan a los niños con retrasos del desarrollo en el aula?
- ¿Qué tipo de desarrollo profesional ofrecen para apoyar a sus maestros?
- ¿Cuáles oportunidades de participación familiar hay en su programa?
- ¿Siguen un currículo que se ajuste a los estándares estatales de educación para la niñez temprana?
Preparando al maestro para apoyar a tu hijo
Cuando hablas de tu hijo con un director o maestro, acuérdate de hablar de forma sencilla. Habla con el maestro sobre lo que le gusta a tu hijo y las cosas que lo consuelan. Esto puede ser tan fácil como decirle al maestro cuál es el programa de TV favorito de tu hijo para estimular conversaciones. Quizás querrás decirle al maestro lo que a tu hijo no le gusta. Por ejemplo, si los ruidos fuertes lo molestan, como un simulacro de incendio, dilo al maestro para que pueda estar listo de antemano. Podría hacer que alguien acompañe a tu hijo, o darle a tu hijo la opción de usar audífonos antes del simulacro o conducir a tu hijo a otra parte las dos o tres primeras veces, lejos de la fuente del sonido, hasta que entienda lo que está pasando. Finalmente, dile al maestro todo lo que te encanta de tu hijo (artículo en inglés). Dile al maestro tus miedos y sueños para tu hijo, para que el maestro sepa cuáles son tus metas para tu hijo. Es importante que los padres y maestros estén en sintonía al trabajar hacia las metas que pueden afectar el ambiente doméstico y escolar.
El preescolar es importante para los niños con retrasos del desarrollo, porque las interacciones con sus pares pueden dar a un niño un sentido de pertenencia y lo puede empujar a mejorar sus habilidades sociales, académicas y de lenguaje. Cuando los padres están navegando el mundo de los retrasos del desarrollo, la socialización en programas inclusivos de alta calidad es clave. Las experiencias educativas tempranas que dan oportunidades a los niños con discapacidad pueden cambiar la trayectoria del resto de sus vidas en cuanto a cómo aprenden y crecen.