Cómo salir adelante cuando tu hijo está confinado en su escuela residencial—y cómo mantenerte en contacto
Hoy es viernes a las cinco y media de la tarde. Es la hora cuando normalmente recojo a mi hijo de su casa residencial. Sé que en este momento está al lado de la puerta esperando a que pueda entrar en el coche y volver a nuestra casa para el fin de semana, como siempre. Es probable que ya haya pasado un buen rato en la puerta, esperando que lleguemos dentro de poco. Ya me siento culpable cuando tengo que trabajar tarde y no puedo recogerlo hasta las seis de la tarde, pero en este caso es aún peor.
Esta vez no podemos recogerlo. Nuestro hijo no puede volver a nuestra casa para el fin de semana, y nosotros no podemos visitarlo en su casa. Él vive en una escuela residencial para niños con discapacidades intelectuales significativas, y la escuela acaba de suspender las visitas familiares. Me duele el corazón, y solo puedo imaginar lo que está sintiendo mi hijo.
Este es un reto distinto del reto que enfrentan muchos de mis amigos. Sus niños están en casa todo el día subiéndose por las paredes. Necesitan que sus padres se conviertan en maestros mientras las escuelas están cerradas. Afortunadamente, hay recursos que pueden ayudar a mis amigos, pero no creo que sea fácil. Estoy tan impresionada por la manera en que enfrentan sus dificultades, pero mi problema es diferente. Mientras sus hijos están en casa todo el día, yo no puedo estar con mi hijo en absoluto.
Necesito saber cómo salir adelante. Aquí está mi plan hasta ahora:
#1: Pensamiento positivo
Puedo mirar el lado bueno: Mis fines de semana ya no tienen una banda sonora de Gummy Bears (repitiéndose sin piedad en el iPad a varias velocidades y en varios idiomas). El olor de pañales se ha ido de mi casa. Puedo ver una película, limpiar el sótano o trabajar tranquilamente sin estar arrastrada hasta la puerta para salir a caminar, hacer una excursión en coche o tomar el tren.
Mirar el lado bueno es de ayuda, pero eso no quiere decir que mi situación sea fácil. No es fácil cuando recuerdo que mi hijo extraña muchísimo a su familia y probablemente no comprende por qué esto está sucediendo. No es fácil cuando no puedo abrazarlo a la hora de dormir y demostrarle cuánto lo amo. Para un niño no verbal como mi hijo, los abrazos no son solamente un modo de conectarse con otras personas o un modo de satisfacer una necesidad sensorial. Para él, los abrazos son un modo de comunicación crucial.
#2: Mantenerse en contacto
Así que necesito saber cómo conectarme con él. Por ejemplo, puedo hacer video en FaceTime o Zoom con más frecuencia. Estamos haciendo más de eso, es decir, estamos asegurándonos de que él vea las caras de su familia cada día, aunque no pueda hablar con nosotros. Ahora incluimos a otros miembros de la familia también, como su hermano y abuela que viven fuera de la ciudad. Eso ha ayudado. ¡Ahora estamos viendo más sonrisas! Me doy cuenta de que—como todos los demás—tenemos que desarrollar estos otros métodos de mantenernos en contacto. Aunque sea más difícil, y aunque a veces parezca fútil. Nuestro próximo plan es escribirle un social story (historia social) que incluirá imágenes de nosotros en nuestra propia cuarentena. También incluirá declaraciones que lo amamos. El personal de su escuela (que han sido excelentes) puede leérselo.
Entonces, se reduce a esto: solo podemos hacer lo que podemos hacer
Claro que extraño terriblemente a mi hijo. Pero cada sonrisa que recibimos me consuela. Sigo preocupándome por lo de los abrazos, pero sé que podemos sobrellevar esto y que el día llegará cuando los abrazos sean posibles otra vez.