Hay varios tipos de dificultad de aprendizaje (LD, por sus siglas en inglés). Afectan la forma en que un niño absorbe nueva información, además de la forma en que comprende y responde a esa información. Algunos ejemplos comunes son dislexia (lectura), disgrafia (escrito y habilidades motoras finas) y discalculia (números y matemáticas). Si un niño tiene una dificultad de aprendizaje, no significa que no sea inteligente: con la instrucción adecuada, puede aprender exitosamente. Es importante identificar las LD temprano y conseguir apoyo.