Creo que todos estamos de acuerdo en que sabemos poco sobre cómo planificar para el regreso de nuestros hijos a la escuela este año. Y lo que sabemos cambia. Aunque todos estamos viviendo en el mismo mundo de pandemia ahora, estamos en distintos lugares geográficamente y tenemos distintas necesidades. Es muy obvio que no hay una sola solución de este problema que valga para todos. Como padres de niños con discapacidades y necesidades especiales, esto no es un concepto nuevo para nosotros. No somos principiantes en el ámbito de evaluar y abogar por lo que nuestros hijos necesitan. Estamos acostumbrados a recordar a la escuela que la meta es crear un programa académico que funcione para nuestro hijo—la meta no es crear a un niño que funcione para el programa.
En nuestro mundo de pandemia actual, siento lástima por nuestros educadores y legisladores que están tratando de realizar un modelo educativo que funcione para la mayoría. Hay tantas variables que entran en juego. No me pondré a examinar esas variables porque estoy segura que todos hemos googleado lo suficiente para dañar nuestros ojos. Dependiendo del día, me siento enojada, frustrada, sin espero y a veces paralizada. Así que lo que quiero hacer ahora es tomar este momento para recordarme—y recordarte a ti también—lo que sabemos y las herramientas que nos pueden apoyar durante esta transición.
1. Ponerte cómodo con lo incómodo
Yo: ¿Cómo? ¡NO! Estoy haciendo lo mejor que puedo, pero he estado tratando de no rendirme y necesito saber por cuánto tiempo dura esta carrera antes de que colapse
Amiga fastidiosamente positiva intentando ayudar (todavía yo): ¡Sí! Eso es 100% verdad. Absolutamente nadie dudará que las familias con necesidades especiales están teniendo dificultades. Recuerda que hace unas semanas escribiste una diatriba sobre eso (y podrías hacerlo otra vez en cualquier día). Pero hoy tratemos de pensarlo de otra manera. Hoy, admitamos que nuestra situación es difícil, tal vez imposible, pero tomemos un momento para preguntarnos qué más es. Quizás es una oportunidad de demostrar la autorregulación en medio del caos. Cuando las cosas en el mundo de tu hijo parecen estar completamente fuera de control, cuando él está a punto de gritar o huir, ¿qué le dices q haga? Le recuerdas las cosas que no cambian:
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Estás seguro
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Estás querido
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Eres fuerte
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Eres amable
Esto es lo que nos mantiene cuerdos. Por el momento, ignora todo el caos que te rodea y solo quédate quieto con tu familia hasta que recuperes tu energía. Luego, buscarás otra vez en lo profundo de tu ser para seguir adelante. Y es probable que lo hagas entendiendo mejor lo que es para tu hijo ese sentido de estar abrumado.
2. Acordarte de lo que sabes
Yo: Literal, no sé nada de cómo será el regreso a la escuela. Siempre está cambiando y nada de lo que están proponiendo funcionará para nuestra familia. Ni siquiera sé por dónde empezar porque no tengo ninguna fecha de inicio
Yo de nuevo, en un día diferente: ¿Recuerdas cuando tuviste que renunciar a tu trabajo para apoyar más a tus hijos? ¿Planificaste eso de antemano? No. Respondiste a lo que enfrentabas. Así como cuando abogabas en las reuniones del PEI o cuando pasabas noches buscando adaptaciones y apoyos en línea. No conocemos los detalles del día escolar. Pero conocemos a nuestros hijos. Conocemos sus necesidades. Después de haber estado en casa con ellos durante la cuarentena—tal vez después de haber hecho el aprendizaje en casa con ellos—los conocemos más que nunca. ¡Úsalo! Si tienes un programa educativo individualizado (PEI), míralo y revisa sus metas, considerando lo que haz aprendido durante este periodo en casa. Encuentra una historia social o crea una tú mismo. Desempolva tu cuaderno del PEI, piensa en lo que haz aprendido sobre tu hijo en estos últimos meses y añade este formulario rellenable en la parte de delante. Para dar más información a los maestros sobre lo que más ayuda a que tu hijo se mantenga tranquilo, esta hoja de trabajo ayudará a identificar el perfil de autorregulación de tu hijo (en inglés). Nadie sabe más que tú sobre la manera en la que tu hijo aprende.
3. Encontrar fuentes de confianza para ayudarte a entender lo que no sabes
Yo: Tantas respuestas sarcásticas
Yo, más emocionalmente estable: Bueno, yo sé, hay mucho que examinar. Decide cómo prefieres recibir información, identifica tus fuentes y revísalas regularmente. Sigue tu escuela local en las redes sociales. Si estás en el estado de Massachusetts o Luisiana, estamos recogiendo información actual en nuestro sitio web, y estamos publicando avisos en nuestras redes sociales. Vuelve a nuestro sitio web para ver noticias sobre políticas que están cambiando y actualizaciones escolares.
4. Acordarte de que todos estamos haciendo lo mejor que podemos
Yo: ¿Seguro? 🤔
Yo: ¿Recuerda la mantra para tu hijo de hace unos párrafos? Eres amable. Empieza ahí. Toma un respiro. Supone que todos están tomando las mejores decisiones posible para sus familias y para los alumnos, con la información que tienen. Seguirá cambiando. Causará frustración. Todos responderán de maneras diferentes. Si crees que algo está poniendo en riesgo la salud, seguridad y bienestar de tu familia, piensa sobre cómo puedes involucrarte. Habla en tus reuniones comunitarias y ve a las reuniones del ayuntamiento (virtualmente). Nunca hemos hecho esto. Estamos improvisando. Acuérdate, tú conoces a tu hijo más que nadie—empieza ahí.
Puede que no se parezca a un plan, pero lo es. Tú puedes hacerlo. Nosotros podemos hacerlo. Aun en esos días cuando todo parece imposible, o para nosotros o para nuestros hijos. En Exceptional Lives, como padres, nosotros también estamos tratando de pillar todo esto.