“La psicóloga de la escuela de mi hija me llamó después de su evaluación de medio año y me dijo: ‘Le hemos diagnosticado la disgrafía.’ Y yo dije: ‘¿Con qué?’ Tengo cuatro hijos con programas educativos individualizados (PEI). Hemos estado involucrados con la educación especial por 10 años. Pensaba que sabía todo, pero esto fue algo completamente nuevo.” – padre en Massachusetts
Esta es una reacción bastante común al escuchar la palabra “disgrafía”. Así que antes que nada, hablemos sobre lo que es la disgrafía y lo que puedes hacer en el hogar y en la escuela para hacerlo más fácil. Hay herramientas y es probable que ya hayas oído hablar de algunas de ellas.
¿Qué es la disgrafía?
Hay distintos tipos de dificultad de aprendizaje y la disgrafía es una dificultad de aprendizaje que tiene que ver específicamente con la escritura. La disgrafía es un trastorno neurológico de expresión escrita (inglés) que afecta la capacidad para escribir y las habilidades motrices finas. Es una dificultad de aprendizaje que afecta a los niños y adultos y que interfiere en prácticamente todos los aspectos del proceso de escritura. Algunas personas con la disgrafía tienen dificultades con la ortografía, el tamaño y espaciado de letras, la legibilidad (o escritura que es difícil para los otros leer) o la capacidad para expresar sus ideas en forma escrita. Para todos con disgrafía, la escritura requiere muchísima energía, fortaleza y tiempo.
La disgrafía puede interferir en la capacidad de un estudiante para expresar sus ideas.
La escritura no es un proceso sencillo. El expresarnos por escrito requiere muchas cosas al mismo tiempo: organización, memoria, atención, habilidades motrices y habilidades de lenguaje. Cuando se requiere mucho esfuerzo para formar cada letra individual con el lápiz, queda menos poder cerebral para los otros aspectos de la escritura.
¿A qué se parece esto? Tal vez la maestra dice que un estudiante tiene que completar una tarea en vez de ir al recreo. Tal vez los padres se dan cuenta de que su hijo regularmente no completa sus deberes. Tal vez el estudiante dice que está teniendo dificultades para prestar atención. Imagínate tratando de completar una tarea mientras la clase está pasando al próximo asunto. ¡Qué frustrante!
¿Entonces, en nuestro mundo de computadoras y voz-a-texto, por qué es importante la disgrafía?
Esta es una pregunta común. Es muy útil dar a un estudiante la oportunidad de usar un laptop o voz-a-texto para que tenga éxito en la escuela sin ser abrumado por la escritura. Puede ser una modificación (inglés) excelente. La tecnología ha avanzado mucho, y frecuentemente, las aulas son equipadas con alternativas para esos estudiantes que necesitan apoyo. Si crees que tu estudiante podría beneficiarse de un laptop o una opción voz-a-texto, pídele a su maestra, y ella te puede ayudar a empezar el proceso. Un estudiante más tranquilo, más relajado y más apoyado es un aprendiz más conectado. Esa es la meta.
Sin embargo, necesitamos crear las oportunidades para que el estudiante desarrolle las habilidades necesarias para la escritura, aunque estén usando modificaciones en el aula.
Para los estudiantes con disgrafía, las modificaciones en el aula eliminan algo del estrés de completar los deberes escolares, ¿pero qué sucederá cuando tiene que escribir? ¿O cuando tiene que llenar un formulario en la oficina del médico, o cuando tiene que escribir un ensayo con bolígrafo sobre papel para un trabajo futuro? ¡Reacción de estrés! Frecuencia cardíaca elevada, palmas sudorosas, dificultad para enfocarse. Pero podemos reducir ese estrés si ayudamos al estudiante a desarrollar habilidades de escritura.
¿Ahora qué? ¿Cómo ayudar a mi hijo a desarrollar sus habilidades de escritura y superar los síntomas de disgrafía?
Bueno, ahora hemos eliminado el estrés académico por implementar modificaciones. También has decidido dedicar tiempo para darle a tu hijo un chance para desarrollar esta habilidad. ¿Pero cómo?
Puedes hablar con un terapeuta ocupacional (inglés), el proveedor que hizo el diagnóstico o la maestra de tu hijo para que te pongan en contacto con recursos para tu hijo. Para muchos estudiantes, la fortaleza y la destreza, o las habilidades motrices finas de los dedos y manos, son la parte más importante de un programa de intervención. Puede ser de ayuda usar experiencias sensoriales con arena, caliza o crema de afeitar al formar letras. Para los estudiantes más mayores, el aprender cursiva puede ser una buena forma de practicar el control sin tener que levantar el lápiz del papel después de cada letra. Además, algunos estudiantes reaccionan bien al sentido rítmico de la cursiva. Para más ideas para el hogar, ve el OT Toolbox (caja de herramientas de la terapia ocupacional) para actividades para mejorar la escritura (inglés).
Si te estás preguntando si la mala escritura de tu hijo puede indicar la disgrafía, usa nuestro directorio de recursos para buscar una evaluación cerca de ti. Busca a un psicólogo para que puedas recibir una evaluación completa del perfil de aprendizaje y cognitivo de tu hijo.