No puedes evitarlas: publicidades en redes sociales. Carteles en el negocio mostrando grupos de niños sonrientes llevando sus mochilas. Tu buzón llenándose de correos enviados por maestros y administradores escolares. Es oficialmente la temporada de regreso a la escuela. ¿Cómo ayudar a nuestros hijos a manejar la ansiedad por el regreso a clases? Empiezo con el consejo de mi hijo de 10 años:
“No lo pienses demasiado”
Es muy fácil para él decirlo. Tiene 10 años y ya tiene mucha experiencia en regresar a la escuela. No siempre era así. Aunque él no recuerde los detalles de los primeros días del año escolar en esos primeros años (¡yo sí los recuerdo!), su consejo es un buen recordatorio para nosotros como padres que ya estamos haciendo el trabajo para prepararles a nuestros hijos para esta transición. Sin importar tu camino particular, tu familia ha experimentado transiciones. Algunas son más grandes que otras, y algunas son más difíciles que otras. El regreso a la escuela es una transición de la vida. Así que, hagamos lo posible para aliviar la ansiedad de nuestros hijos sin olvidar que ya los conocemos muy bien. Tenemos estas herramientas y podemos lograrlo. Podemos usar lo que ya sabemos que es útil para nuestros hijos.
Acuérdate de lo que funcionó en el pasado
¿A tu hijo le gusta tener un horario visual? ¿Le gusta mirar fotos o leer una historia social para prepararse para un evento o actividad inminente? Tal vez tu hijo quiere hacerte las mismas preguntas una y otra vez—para algunos niños, esta es una forma de manejar sentimientos de nerviosismo. Si tu hijo lo quiere, puedes mencionar estas preguntas cuando le presentes a tu hijo a su maestro.
Haz la transición más suave al dividirla en etapas
Considera lo que significa la transición a la escuela para tu familia. ¿Habrá un cambio en el horario que usaste durante el verano? ¿Cuáles de estos cambios pueden ser difíciles para tu hijo? ¿Estar fuera de la casa todo el día? ¿Una nueva lonchera, nuevos zapatos o etiquetas molestosas en la ropa que tienes que sacar? Cuando sigues pasos específicos, puedes hacer una cosita a la vez para aliviar el cargo y hacer la transición menos abrupta. Quizás empiezas con anticipación una nueva rutina de acostarse y despertarse. En esos últimos días del verano, traten de despertarse y salir temprano para que el choque del día escolar sea menos chocante. Si tu hijo tiene dificultades sensoriales, dale nueva ropa para usar antes del primer día de clases, para que se sienta cómodo al inicio del año escolar.
Anticipa lo que tu hijo tendrá que hacer en esos primeros días
Para los niños pequeños, podría ser hacer cola, explorar la estructura de juego o sentarse en una alfombra. Podría ser guardar pertenencias en un palomar, abrocharse la chaqueta o contar algo que hizo en el verano. Toma la oportunidad de practicar unas cosas antes del inicio del año escolar para desarrollar la confianza de tu hijo. Una conversación en el carro o en la mesa contando unas aventuras del verano puede ayudar a que tu hijo tenga esa información en la mente cuando necesite accederla.
Y finalmente, siente todos los sentimientos
Cuando estás en el corre corre tratando de organizar la ropa y preparar la comida, y tu hijo te está haciendo la misma pregunta por enésima vez o está portándose mal sin motivo aparente, toma una pausa para recordar que ambos de ustedes están sintiendo estrés. Dile a tu hijo que entiendes lo difícil que es empezar un nuevo año con nuevos amigos o una nueva maestra. Recuérdale lo que ya conoces, las herramientas que tienes. Recuérdale que ustedes forman un equipo y que pueden lograrlo.