De niño pensaba que la dislexia significara ver o escribir letras al revés. He aprendido que es MUCHO más que eso. ¡Gracias a nuestra blogger invitada, Renee O’Brien, por compartir su conocimiento con nosotros!
Melissa no sabe qué hacer
Su hijo, Matthew, está teniendo dificultades en la escuela. Melissa ha preguntado a sus maestros sobre su lectura. Le han dicho que Matthew estará bien—es que ella necesita leer más con él, que aún es joven y se pondrá al día. Y dicen que no se hacen evaluaciones de dislexia hasta el tercer grado. Sin embargo, Matthew tiene colapsos al regresar de la escuela. Llora al hacer sus deberes, y aparte de los libros de cuentos ilustrados que ya sabe de memoria, se niega a leer porque le cuesta hacerlo. También se está comportando mal en la escuela, y ha sido identificado como un niño perezoso con problemas de conducta.
¿Suena familiar?
Lastimosamente, esta es la situación de muchas familias. La dislexia, aunque sea la dificultad de aprendizaje más común, frecuentemente no es diagnosticada. Se estima que una de cada cinco personas tiene dislexia, pero no todos los maestros—incluso los especialistas en lectura—son entrenados en cómo identificar y enseñar a los niños con dislexia.
Comencemos por hablar de lo que es la dislexia
La Asociación Internacional de Dislexia define la dislexia como “una discapacidad de aprendizaje específica de origen neurológico. Se caracteriza por dificultades con el reconocimiento de palabras preciso y / o fluido y por la falta de ortografía y habilidades de decodificación. Estas dificultades generalmente resultan de un déficit en el componente fonológico del lenguaje que a menudo es inesperado en relación con otras habilidades cognitivas y la provisión de una instrucción efectiva en el aula”.
En otras palabras, la dislexia es una diferencia de aprendizaje con base en el lenguaje que afecta la capacidad de una persona para conectar las letras y los sonidos. Esto hace difícil la lectura y ortografía. El nivel de lectura de una persona con dislexia será más bajo de lo esperado, a pesar de tener inteligencia normal o encima del promedio. La dislexia puede manifestarse de manera distinta en cada persona y la seriedad puede oscilar entre moderado y grave.
¿Cuáles son las señales de advertencia?
Preescolar:
- retraso del habla
- dificultad para rimar
- pronunciación mala de palabras
- dificultad para recordar palabras
- dificultad para seguir instrucciones con pasos múltiples
- dificultad para aprender letras, colores y días de la semana
- dificultad para secuenciar eventos
Primaria:
- dificultad para aprender las letras y sus sonidos
- dificultad para distinguir letras similares
- dificultad para leer palabras conocidas
- sustitución de palabras al leer en voz alta
- mala ortografía
- negación a leer
- dificultad para distinguir sonidos individuales en palabras
- sustitución de palabras similares al leer
High school:
- lectura lenta
- dificultad para encontrar la palabra correcta
- escritura que no refleja habilidades verbales
- incapacidad para dominar un idioma extranjero
- mala ortografía
- malas notas
- vocabulario limitado
Entonces, ahora estamos con lo que la dislexia NO es
La dislexia no es el ver letras al revés
La dislexia no es un problema visual
La dislexia no pasa con el tiempo
La dislexia no es un retraso del desarrollo
La dislexia no es rara
La dislexia no es causada por no leer a tu hijo
La dislexia no es la pereza o una falta de motivación
Solo puedes apoyar a los niños con dislexia si los identificas primero
Si crees que has visto señales de la dislexia en tu hijo, habla con su maestra y considera hacer una evaluación. Puedes pedir una evaluación completa por medio del sistema escolar público. Empiezas el proceso por escribir una carta pidiendo una evaluación de educación especial en todas las áreas en donde se sospecha que existe una discapacidad. ¡Asegúrate de hacerlo por escrito! No podemos enfatizar esto lo suficiente. Si no está por escrito, no sucedió.
¡Todo esto podría ser abrumador! Pero es muy importante saber que tu hijo puede tener éxito en la escuela si se establecen las intervenciones correctas
Hay profesionales entrenados, entre ellos, maestros de educación especial, especialistas en lectura y patólogos del habla y el lenguaje. Ellos dan instrucción específica, sistemática y basada en la evidencia que ha demostrado por las investigaciones que puede ayudar a que tu hijo aprenda a leer. Pregunta a tu escuela cuál metodología o programa usarán y cuáles son las calificaciones del instructor.
Así como en el caso de cualquier niño con discapacidad, ¡la clave es el conocimiento!
Algunas de las mejores formas de conseguir lo que tu hijo necesita para tener éxito:
- Sé un defensor informado de tu hijo
- Comunícate con el maestro de tu hijo
- Haz preguntas constantemente
- Busca nuevos recursos
¿Quieres más información sobre qué hacer si tienes preocupaciones por el aprendizaje de tu hijo? Ve esta página en nuestro sitio web sobre cómo identificar tus preocupaciones y hablar con una maestra (en inglés).
¿Conoces a alguien que podría relacionarse con este tema? Comparte este artículo en tus redes sociales y sigamos conversando