Marisa Howard-Karp, MS
on
May 13, 2021

¿Qué hacer ante el nuevo diagnóstico de mi hijo?

Cuando tu hijo recibe un nuevo diagnóstico de discapacidad, cómo manejarlo? Aquí están algunos tips para ayudarte a salir adelante

Brand New Diagnosis or Discovery? (Child different), Parenting Support, Video

Escucha este contenido en nuestro podcast [en inglés]


CUANDO TU HIJO RECIBE un nuevo diagnóstico de discapacidad, es un momento muy importante.  Si acabas de descubrir que tu hijo tiene una discapacidad, puede que tengas miedo.  O que estés confundido.  O aliviado.  O abrumado.  ¿Todos a la vez?  Sí, eso.

¿Qué hacer?  Hablemos de cómo sobrevivir esta experiencia para que puedas seguir siendo el mejor padre posible para tu hijo.  (Alerta de spoiler: puede que encuentres alegría más adelante)

Date el espacio para respirar

Acabas de recibir una noticia importante.  Tal vez es un shock, o tal vez has esperado este diagnóstico por mucho tiempo.  Tal vez este diagnóstico es algo que compartes con tu hijo y estás encantado.  En todo caso, es una noticia muy importante.

Toma un momento.  Trata de no actuar de inmediato.  Parecerá que necesitas hacer todo AHORA para apoyar a tu hijo.  Pero en la mayoría de los casos, el diagnóstico realmente no es una emergencia.  Puedes tomar un momento para respirar, y es muy probable que lo necesites.  Un nuevo diagnóstico puede ser como un elefante.  Y la única manera de comer a un elefante es mordisco por mordisco.  Así que tu primer mordisco—es decir, la primera cosa que tienes que hacer—es darte a ti mismo el tiempo para reflexionar y hacer todas tus preguntas.

Cambia tu perspectiva

Recientemente, nuestro equipo conoció a Rob Hudson y su hija Schuyler, quienes viven en el norte del estado de Virginia.  Escucha lo que dice Rob sobre el momento en que Schuyler recibió un diagnóstico de polimicrogiria a la edad de 3 años:


YouTube video


Transcripción del video:

[ROB] Diagnosticaron a Schuyler cuando tenía 3 años y habíamos estado haciendo pruebas de audición y todo, porque su lenguaje no se desarrollaba y eso era…  Yo estaba trabajando en Yale en ese momento.  Sí, siempre digo eso, y todos dicen: “¡Uy, professor!” 

[SCHUYLER] ¡Ooooh, que importante!

[ROB] Y yo como: “No, estaba haciendo soporte técnico”.  Estaba muy abajo en la cadena alimentaria en Yale, pero, porque estaba trabajando en Yale, mi seguro de salud era básicamente la escuela de medicina.  Por lo tanto, tuvimos la oportunidad de probar un montón de diferentes cosas que creo que alguien en otra situación no tendría.  Y, es que, su neurólogo fue como: “¿Sabe qué? Vamos a hacer una resonancia magnética. ¿Por qué no? Es gratis, tenemos esta gran máquina, vamos a meter su cabeza y ver lo que encontramos”.  Y así es como fue diagnosticada. Y fue muy duro, porque creo que habíamos empezado esperando, sabes, un problema de aprendizaje, tal vez dificultades auditivas, algo así, y con la respuesta que recibimos sobre esta malformación cerebral que afecta… ¿qué dijeron?, como entre el 60% y 75% de su cerebro estaba afectado por esto. 

[SCHUYLER] Sí.

[ROB] Y fue duro porque tienes que soltar el control de mucho.  Tienes que dejar ir muchas de tus ideas preconcebidas.  La realidad es que esas nociones preconcebidas son un poco tontas de todos modos. Pero como padres, esas son las cosas que no queremos dejar. Por ejemplo, yo sé que por años mi papi pensaba: “Oh, mi hijo jugará fútbol”, y pues, toqué trombón en la banda, lo cual fue la peor, la peor… la peor traición. Así que, andas con estas ideas sobre cómo será el futuro.

[SCHUYLER] Sí.

[ROB] Y esas ideas, este, no puedo imaginar que salgan bien. Pero sabes, en cuestión de Schuyler y este diagnóstico… y el diagnóstico siempre viene con la lista de… aquí están las cosas horribles, y aquí están las cosas que sabes. Y hasta como padre, recibes todo esto como, bueno, aquí están los posibles resultados, y los conviertes en… esto es absolutamente lo que va a pasar. Prepárate, porque esto es el huracán. Será una categoría 5.

[SCHUYLER] ¡Eso!

[ROB] No puedes evitarlo y la realidad es… es más sutil. Ojalá que pudiera ir atrás en el tiempo para decirme algo a mí mismo… en ese periodo, creo que diría: “No será la horrible tragedia que están prediciendo”. Y que una parte será mala, pero mucho no será tan malo, y hasta lo malo vas a solucionar. Sabes, y la otra cosa que me diría a mí mismo es, sabes, y esto sonará tonto pero, sabes, en muchos sentidos, recibir ese diagnóstico fue el privilegio de una vida. Porque me permitió… me permitió saber lo que iba a ser el trabajo de mi vida.

Fin de transcripción


Rob dijo que el recibir un nuevo diagnóstico puede parecer ser un huracán de categoría 5.  Pero usualmente, la realidad no es así, y aquí está por qué:

El tener una discapacidad no es una tragedia

Una persona discapacitada es más que su discapacidad.

(Lee eso otra vez.  Esta vez, hazlo en voz más alta, para que todos lo oigan.)

Cuando sabes que tu hijo tiene un nuevo diagnóstico de discapacidad, puede parecer que todo ha cambiado.  Y eso puede ser duro, puede dar miedo y puede ponerte triste. Pero hay MUCHO MÁS en esta historia.  Tienes a tu bello hijo.  Sigue siendo la misma persona que siempre has amado.  Y ahora lo conoces mejor, y puedes entender cómo satisfacer sus necesidades de nuevas formas al hacer la cena, al discutir sobre la importancia de lavarse los dientes, al arroparle a tu bebé por la 15.ª vez esta noche y al tirar besos a tu adolescente mientras se va en bicicleta.

Y no olvides: la única constante es el cambio, especialmente en cuestión de los niños.  Puede que la discapacidad no cambie, pero las conductas, necesidades y emociones de tu hijo—y tus emociones—todo eso sí cambiará.  Puedes sentirte abrumado ahora, pero no seguirá así para siempre.

Encuentra a tu gente

¿Quiénes son aquellos que te han apoyado como padre?  ¿Quiénes son aquellos que adoran a tu hijo?  Puede ser difícil hablar con cualquier persona sobre esto, pero el tener apoyo es muy importante ahora.

Empieza con tu círculo íntimo y pide lo que necesitas: distracción, alguien para escucharte, alguien para dejarte una taza de café en tu patio en la mañana.  Sea lo que sea que necesitas, dile a tu gente que en este momento necesitas su apoyo, para ti y tu hijo.  Si es difícil para ti pedir ayuda (muchos de nosotros somos así), encuentra a alguien que pueda pedir ayuda de tu parte—quizás un buen amigo, pareja o hermano.  Rodéate a ti y a tu hijo de las personas que pueden estar ahí para tu familia de manera cariñosa.

Encuentra algunos modelos a seguir

Encuentra a algunos adultos que tengan la misma discapacidad que tu hijo o que tienen elementos importantes de ella.  Todos necesitamos espejos, o sea, personas que enfrentan los mismos problemas que nosotros.

Los modelos a seguir que yo he conocido me han ayudado a comprender mucho sobre cómo satisfacer las necesidades de mis hijos y cómo reconocer todas sus fortalezas, lo cual es igualmente importante.  Estos modelos literalmente han cambiado por completo mi manera de ser madre.  Los modelos pueden ser personas que conoces en la vida real, personajes del cine, libros (aquí está un buen libro para padres de niños autistas [en inglés]) o personas que sigues en las redes sociales.  Aquí están algunas sugerencias para encontrar estos modelos a seguir.

Infórmate sobre tus recursos y consíguelos

Este es el momento en que podrías empezar a sentirte completamente abrumado.  ¿Recuerdas lo que dije antes sobre cómo comer a un elefante?  Haz una lista.  Decide por dónde quieres empezar y haz una cosa a la vez.  Puedes lograrlo.

Hay 3 sistemas principales que pueden apoyar a ti y tu hijo:

  1. Atención médica: esto incluye evaluaciones, tratamientos y derivaciones
  2. Beneficios estatales: por ejemplo, SSI, Intervención Temprana (IT) y Medicaid (tu hijo puede calificar aunque tu familia no sea elegible por tener ingresos demasiado altos)
  3. Sistema escolar


Lee más sobre estos sistemas y cómo navegarlos

Transfórmate en un defensor fuerte para tu hijo

Y

Enséñale a abogar por sí mismo


En nuestra entrevista con Rob y Schuyler, Rob observó:


YouTube video


Transcripción del video:

[ROB] Lo cual es algo raro para aprender en tus 30, no, y que el trabajo de tu vida absolutamente valdría la pena.  Y que cualquier persona que mire o a mí o a Schuyler y sienta pena por nosotros, esa es una persona que no entiende.  Sabes que, me gusta escuchar a otras personas diciéndome lo envidiosas que son.  Que tengo la oportunidad de hacer esto con ella. [Schuyler: Eso] Y con esas personas, soy como: usted… usted ha cogido lo que está pasando aquí.  Usted ha cogido lo excelente que es.  Sabes, es… es como, el no saber es peor que la realidad. [Schuyler: Así es]

Y sabes que, soy mejor como padre de lo que hubiese sido, creo, para un niño neurotípico.  Me da pena decirlo porque es como, sabes, hubiese sido un padre horrible o solamente, sabes, un padre no muy bueno, pero la verdad es que, con alguien como Schuyler, te acostumbras a trabajar muy duro para entender.  Entender lo que está diciendo.  Entender lo que quiere decir.  Entender lo que está experimentando y después de poco te das cuenta de que, estás escuchando mucho.  ¿Sabes?  Estás prestando atención como no lo hubiese hecho si Schuyler fuera una niña típica, sabes.

Si ella hubiese sido como yo, ¿hubiese sido yo como mis padres, quienes eran como… sabes?  ¿Hubiese sido como, ok, ve a jugar o lo que sea?  Es que Schuyler nunca tuvo esa vida porque no podía tener esa vida, pero por no haber tenido esa vida, de algún modo, creo que todos tuvimos una mejor vida.  No sé si eso tiene ningún sentido, pero eso es totalmente lo que creo al respecto.

”Para la mayoría de las personas, el reto más grande de una discapacidad no es la discapacidad en sí… Sean los que sean los retos físicos o mentales llevados por una discapacidad—esos existen y sin duda pueden ser difíciles… pero el reto invisible para la mayoría de las personas son… los obstáculos sociales que bloquean su camino.” 

Fin de transcripción


Tu trabajo como padre es sacar los obstáculos cuando puedas y ayudarle a tu hijo a navegar lo demás.  Vas a enfrentar sistemas complejos, montones de formularios y sistemas escolares que tienen muchas prioridades para manejar.  Conoce los derechos de tu hijo, conoce tus derechos y encuentra a otros padres que han logrado en esto. Mantén buenos registros.  Habla en voz alta.

… ¿Y ahora qué?

Ahora vuelve a amarle a tu hijo.  Esto puede ser distinto de lo que imaginé, ¿pero ser padre es así, no?  Que afortunado eres por tener un excelente hijo.  Pueden lograrlo, padres.


Si te gustó lo que oíste de Rob y Schuyler, puedes leer más sobre sus experiencias en este libro escrito por Rob: Schuyler’s Monster: A Father’s Journey with His Wordless Daughter (El monstruo de Schuyler: el paso de un padre con su hija sin palabras).


Aprende más:


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